EN EL OJO DE LA TORMENTA: VISITA DEL PAPA FRANCISCO A ÁFRICA

Pbro. Alfonso Maldonado

   "El viaje más delicado de Su Santidad", refería Rome Reports, un portal de noticias católico que otros reprodujeron, al viaje del papa Francisco a África. Aunque resulte curioso que también, pero por otras razones, el viaje a Cuba y Estados Unidos se consideró "delicado".

   Pero la realidad africana, y más concretamente la de la República Centroafricana, es simplemente espeluznante. Un país rico con un potencial económico tremendo, dado los recursos como los diamantes, pero sumido en guerra y pobreza que toca los números más altos del continente. Unido a la corrupción que hace que solo llegue alrededor del 40% de las ayudas que provienen de España, a disputas por el control de quien gobierna y, por supuesto, a quien mueve los hilos de la minería de extracción, como el diamante. "Diamantes de sangre" es un película muy real en este país, que ha disparado las alarmas internacionales. Grupos de guerrilleros con  prácticas terroristas financian sus movimientos (y a los perros de la guerra) con la extracción y venta de estas piedras preciosas. Pero antecedentes de constante inestabilidad hace que los acuerdos políticos del 2012 estén firmados por tintas solubles. En efecto, el ingrediente religioso que barniza intereses subrepticios le confiere banderas musulmanes a los miembros de Seleka, que no discriminan entre obispos, sacerdotes y sencillos bautizados a la hora de matar o secuestrar; los grupos antibalaka se consideran cristianos, por lo que enfrentan a los musulmanes, que normalmente resultan ser los pacíficos e inocentes en vez de los armados. Para completar la cubierta de esta situación plagada de abusos en constante ebullición (trabajo infantil, desapariciones, violaciones), ejércitos de la Unión Africana, como los de Chad, han sido señalados (y retirados) por las violaciones de derechos humanos. No la tiene fácil el Papa de los gestos.

   Sin embargo, África la grande es más que esto. Sin negar los desafíos y tragedias, esas que hicieron que el papa Juan Pablo II intercediera ante organismos multilaterales por la reducción y restructuración de la deuda, entre otras cosas, convive el “Continente de la Esperanza” (papa Benedicto, Viaje a África en Noviembre del 2011). Si bien en tiempo de los apóstoles ya se fundaron comunidades en Egipto, y que en siglos posteriores se expandieron por el norte de África, desaparecieron con la expansión del islamismo en el siglo VIII. Entre el siglo XV y XVI hubo otra oleada misionera, en la medida en que se establecían colonias comerciales y se exploraba nuevas regiones geográficas. Pero igualmente el intento se desvaneció. El siglo XIX fue vital para misiones católicas y protestantes en el continente negro.

   Para principios del siglo XX los católicos en África eran tan solo un millón. Para el año 1960 eran 24 millones. Para la actualidad es de 123 millones: un crecimiento del 512, 5 % en unos 55 años. Son el 14% de la población africana, si bien el 17% de las obras sanitarias en África son de la Iglesia Católica. Los cristianos en total son el 42% y los musulmanes el 45%, por lo que África se transformó en un continente monoteísta, con referencias a las llamadas “religiones del libro”.

   Puede constatarse la importancia de este continente, que en 20 años la Iglesia de Roma ha organizado 2 sínodos sobre su presencia en África, con documentos brillantes de Juan Pablo II (Ecclesia in Africa, la Iglesia en África) y Benedicto XVI ( Africae munus, El compromiso de África). Y si esto no bastase, el Papa viajero estuvo en 3 oportunidades en Kenya, a la que se sumará la visita de Francisco.

   Tal como refería el padre Charles Gachara, misionero de la Consolata de nacionalidad kenyana, en África la Iglesia se hizo africana: se asumió la cultura africana, purificándola de elementos contrarios al Evangelio, para que se pueda ser “católico y africano”

   Importancia dada por Roma a este carácter peculiar de la Iglesia en África viene dado por la apertura a una comprensión de la Iglesia como Familia, donde obispos y sacerdotes son considerados bajo la óptica de los venerables ancianos de los pueblos africanos (Juan Pablo II fue reconocido en su tiempo desde esta óptica); la Liturgia conserva su solemnidad al ritmo de los cantos y tambores de este fascinante continente, con bailes incluidos sin torpedear la dignidad de los sacramentos. Las obras sociales han servido para expresar el compromiso de amor. Los medios de comunicación se han sumado a la transmisión oral tribal de las tradiciones. La Fe ha tenido el crisol de la persecución y la rúbrica de la sangre.

   Francisco iniciará su visita este miércoles 25 de Noviembre por Kenya. Como siempre, estará abierto a los encuentros ecuménicos y con otras religiones, así como las obras a favor del ser humano que sufre. De ahí que no solo estará en las zonas pujantes de Nairobi, sino también en Kangemi, una zona popular paupérrima.

   Tras día y medio estará luego arribando a Entebbe, en Uganda, el viernes 27. Destaca la visita al Santuario anglicano de los Mártires, para luego dirigirse al católico homónimo. El tema de la persecución y los mártires ha estado muy presente en el corazón del Papa en esta hora de horror en el mundo.

   El domingo iniciará su visita a la zona más delicada de todas, puesto que es un país en guerra: aterrizará en el aeropuerto de M’Poko” de Bangui, en la República Centroafricana. Además del encuentro con la Iglesia, grupos religiosos no católicos y el campo de refugiados, en este contexto abrirá el Año de la Misericordia para toda África, que ya está celebrando el Año de la Reconciliación bajo el lema de  “Un África reconciliada para una coexistencia pacífica”.

   El Papa ha pedido oraciones, como siempre lo hace. Solo que en esta oportunidad hasta Francia ha desaconsejado que pise suelo centroafricano. Queda la expectación, ante la ola de atentados y amenazas que sacuden Europa, estar a la espera de cómo se desenvuelvan los acontecimientos.

 Programa oficial de la visita

Página oficial de visita del Papa a Kenya (en inglés).

Twitter: @PopeinKenya @PopeinUganda 

Entrevista al P. Charles Gachara: