EL 16 DE JULIO: EL INICIO DE UNA LARGA SEMANA
Suena el celular (el móvil) varias veces antes de levantarme.
Anoche me acosté una hora más tarde de lo acostumbrado: a la 1 am. Así que
reincorporarme a la vida a las 6 am no me es tan sencillo. Apuro mis cansinos
pasos hacia el lavabo y me percato que, una vez más, no hay agua. Otro día me
hubiese preguntado qué diantre habrá pasado en esta oportunidad. Pero en esta
ocasión no. No el 16 de julio, domingo en que la Asamblea Nacional en Venezuela
ha convocado para realizar la Consulta Popular. En cuanto al agua, puede ser
una falla “normal” o los robos que ocurren en los centros de bombeo. Siempre me
ha parecido una curiosidad qué se puede hacer con equipos sofisticados. Porque
se roba para vender ¿quién puede comprar eso en Venezuela? Lo extraño es que no
hay investigación alguna. Ni formas de aumentar la seguridad. Siempre me ha
parecido que más que un acto vandálico, es un saboteo a la gerencia de la
gobernación opositora del Edo. Lara y un castigo a sus ciudadanos, tan necios
para seguir votando por la alternativa al Estado nacional. Pero hoy no me hago
esas preguntas.
Luego de usar el agua potable para reconciliarme con la vida
(que se compra en botellones plásticos, pues el que llega por la red de acueductos
es un agua pesada), voy a la cocina. Hago mi café, no tan fácil ni barato de
conseguir. Y como un sencillo sándwich. Caigo en cuenta de lo inquieto que
estoy cuando voy a ponerle el queso al café y el azúcar al pan. Nunca me
ocurre. Pero hoy es un día especial. La principal actividad está organizada por
la Asamblea Nacional, que es una consulta popular con tres preguntas:
- ¿Rechaza
y desconoce la realización de una asamblea nacional constituyente
propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo
venezolano?
- ¿Demanda
a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana obedecer y defender la
Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea
Nacional?
- ¿Aprueba
que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo con lo
establecido en la Constitución, así como la realización de elecciones y la
conformación de un nuevo gobierno de unidad nacional?
Es una jornada crucial, independientemente de la lectura que
le vaya a dar el régimen. Este ha montado lo que llama la “feria electoral”: un
simulacro propio de la mentalidad militar que más que afinar los detalles
técnicos, buscan hacer un ensayo de las movilizaciones de masas. En este caso,
podía servir para “medir” cómo iban las cosas para el 30 de julio. Pero también
para confrontar e intimidar a la oposición. Quizás también para registrar
grandes filas de personas sin determinar bien la veracidad de las mismas tomas.
Igual existía la preocupación sobre cuál iba a ser la
respuesta de los grupos que intimidad habitualmente a la población: tanto los
cuerpos de seguridad del Estado como los colectivos paramilitares.
El haber llegado a este día, donde pareciera que la historia
de Venezuela se va a partir en dos, donde se cree que en los siguientes 20 días
se va a definir los siguientes 20 años de la República. Así que la jornada da
vértigo.
Enseguida saco mi celular, mientras intento coordinar dónde
pongo el queso y dónde el azúcar. Acudo a los grupos de whatsapp para
informarme: en días pasados 19 organizaciones de defensa de los Derechos
Humanos del Estado Lara conformaron una red de veedores del proceso, con un
grupo de conversación. Esa era la primera fuente fidedigna para saber qué
estaba pasando, además de filtrar lo que se consiguiese de mensajes de otras
personas o lo que se colgaba por twitter.
Los puntos de votación, que tienen el nombre de “puntos
soberanos”, se han instalado a la hora y ya estaban funcionando. Se estaba
haciendo sin la tutela del CNE (Consejo Nacional Electoral), puesto que no
cuenta con su reconocimiento, ya que éste juega arrimado con el gobierno
(expresión que proviene del juego llamado bolas criollas en Venezuela, petanca
en España, cuando la bola se acerca al mingo o pelotica chiquita y que se
refiere a complicidad o alianza entre dos personas o grupos).
En Venezuela, de los años sesenta cuando las guerrillas
urbanas y rurales amenazaban los procesos electorales, se estableció la
costumbre de que el ejército resguarde los centros de votación. En este caso
todo fue montado por la sociedad civil organizada en articulación “técnica” con
los partidos políticos de la MUD (Mesa de la Unidad Democrática). No se
pusieron los dispositivos típicos de seguridad, sino que hierros retorcidos,
troncos secos, algo de basura, servía para señalizar hasta donde podían acercarse
los carros (coches).
Igual se hizo con los primeros auxilios o gente prestando
sillas de ruedas para trasladar enfermos o personas discapacitadas. La comida y
agua fue otro tanto.
Todo esto me aparecía temprano en la pantalla de mi celular,
mientras maniobraba para conseguir la manga de mi camisa de cleryman por donde
meter el brazo y adivinaba el tiempo que tenía de salir para la misa.
Se dieron algunas reuniones previas a esta fecha, inclusive
con gente dedicada a primeros auxilios y rescate, y había mucha buena voluntad.
La Vicaría de Derechos Humanos de la Arquidiócesis hizo contactos como con la
Lda. Gisela Carmona, del periódico El Impulso, el más antiguo del país y el más
importante de la región, para tener algunas orientaciones para conectar informaciones
y denuncias en su página web y las mismas cuentas de redes sociales, a través
de etiquetas.
En Venezuela se dio un silencio informativo: el viernes supe
que no se podía hablar por los medios convencionales de “consulta popular” ni
tampoco hacer contacto con algunos de los puntos soberanos. Había que hacer
alguna circunlocución menos gravosa para el Estado: acto de la MUD o por el
estilo. Supe que, según me comunicó una politóloga, tampoco se puede hablar de
“represión” (término desagradable pero neutro, puesto que hay represiones
legales y las hay arbitrarias y desproporcionadas). Lo cual hace que una imagen
de un GNB (Guardia Nacional Bolivariano) estrellando el filo de su escudo
contra un simple transeúnte, rodeado por un grupo de compinches, tenga que ser
edulcorado para los oídos del público.
Antes de ir a celebrar la misa de 8:30 am, me asomé en el
“punto soberano” más cercano. Se iba a efectuar en las iglesias, según había
planteado la MUD, pero los obispos indicaron que los templos son para las
celebraciones y debían estar abiertas para todos los creyentes, sin distinción
de afiliación política. Mons. Mario Moronta, el obispo de San Cristóbal, fue
también más reservado en el uso de otros espacios parroquiales, aunque alabó la
iniciativa y participó. Pero Mons. Ubaldo Santana, Arzobispo de Maracaibo,
dispuso apoyo de parroquias a la iniciativa y que se involucrarían si había
alguna contingencia de violencia. En el caso de la Arquidiócesis de
Barquisimeto, no hubo un lineamiento de parte del obispo: se encontraba en
Conferencia Episcopal y luego ameritó hidratación clínica aparentemente por
cuadro de agotamiento o similar.
En algunas zonas los párrocos supusieron que las
instalaciones parroquiales podían disponerse, pero no así los templos. Aunque
al final muchos puntos soberanos estuvieron cerca pero no dentro de ninguna de
las parroquias, según me es conocido.
La información recogida en la calle de manera personal, o por
el grupo de veedores, o el testimonio de las personas fue de profunda alegría y
una asistencia masiva. Pese a la censura (o autocensura en otros casos),
algunas radios como Fe y Alegría, ligada a la Compañía de Jesús, estuvo
reportando lo que pasaba en la calle (esto también fue prohibido por CONATEL,
ente estatal encargado de las telecomunicaciones y las concesiones del espacio
radioeléctrico a los privados). Personas ligadas a la red de veedores no solo
constataron la asistencia masiva a los puntos soberanos, sino la exigua
participación al simulacro o “feria electoral” que impulsó el gobierno de cara
a la elección de los diputados para la Constituyente. En el caso de
Barquisimeto, concretamente en Cabudare, una persona de la agrupación pudo ver
el cierre prematuro del centro del simulacro. Por cierto, que la iniciativa del
gobierno fue a última hora, buscando ocupar espacios cercanos a los puntos
soberanos. El rector del CNE, Dr. Luis Emilio Rondón, único de los 5 no alineado con el
gobierno, había solicitado unos dos días antes que no se hiciera en simultáneo.
En horas de la tarde fue creciendo la expectativa si la
jornada iba a continuar como se estaba dando: existía el temor de que grupos
afines al gobierno pudiesen subvertir el orden. La afluencia fue considerable
y, en el caso de la Consulta Popular que no en el Simulacro, no solo hubo
puntos que cerraron después de la hora estipulada, pues todavía había gente en
las filas. Se fue realizando el conteo por mesa y, como en las elecciones de
antaño, el acta suplía la manifestación de voluntad depositada manualmente en
una caja improvisada de cartón. Por cierto, que hay una distribución, algo
irregular en estos momentos, de una compra de ciertos productos de manera
subsidiada, que se llama CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción).
Estos llegan en unas cajas. Como esas eran las cajas que usaron los partidos y
ciudadanos para recoger los votos, esto sirvió de burla para las redes ligadas
al gobierno. Cuando la lectura es otra: en Venezuela no se consiguen cajas.
Una vez contabilizados los votos (o manifestaciones de
voluntad), se procedió a incinerar los cuadernos electorales: en ellos estaba
registrado el nombre, la cédula o documento de identidad, la firma y la huella.
No comprender el sentido es de lo que se vale el gobierno para ridiculizar el
evento. Para Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas y miembro del
PSUV, el universo que manifestó su voluntad este domingo fue de alrededor de 2
millones, que la Oposición infló multiplicándolo por 3. Pero para el general García Carneiro, gobernador de Vargas, todo no llegó a más de 100 mil
votantes, lo que habla, según él, del declive de la Oposición. Por cierto, para
este mismo personaje los expresidentes que fungieron como observadores
internacionales, del grupo IDEA (Vicente Fox de Méjico, Andrés Pastrana de
Colombia, Jorge Quiroga de Bolivia, Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez de
Costa Rica) lo hicieron en relación con el simulacro de elección para la
Constituyente, no para observar el proceso convocado por la Asamblea Nacional. Por
cierto, que el expresidente Vicente Fox terminó siendo declarado como persona non grata por parte del gobierno, bajo la
acusación de promover la intervención extranjera.
La quema de los cuadernos era algo previamente acordado, pese
a que pudiese hacer falta en caso de una auditoría. En Venezuela se tiene la
triste experiencia de la llamada “lista de Tascón” (Tascón fue un diputado
chavista caído luego en desgracia ante el régimen y que ya murió): cuando se solicitó
el referendo para revocar al presidente Chávez, la lista de solicitantes salió
en manos de este diputado desde el CNE (Consejo Nacional Electoral) hasta el
palacio presidencial y se montó una “cacería” de toda persona que hubiese
firmado. Empleados públicos que firmaron fueron presionados para rectificar o
ser despedidos. Testigo de ello fue la Dra. Rocío San Miguel, cuyo caso tuvo que resolverse en febrero ante la CIDH (la
Corte Interamericana de Derechos Humanos). Y así por el estilo. Cuando la MUD
hizo primarias en el 2012, el TSJ pretendía que dichos cuadernos fuesen
entregados al CNE: iba a ser una forma de reeditar aquella funesta lista, que
podía hacer que muchos opositores huyesen en desbandada. Con una gallardía
admirable, Ramón Guillermo Aveledo y Teresa Albanes no obedecieron: quemaron los cuadernos. Por esta acción fueron multados: el
monto lo cancelaron un grueso de la ciudadanía en solidaridad con su compromiso.
En Barquisimeto el grupo de Veedores pudo constatar la
transparencia del proceso y el respeto del gobierno. No hubo incidentes con
grupos paramilitares, aunque sí muchos rumores que resultaron todos falsos. En
otras partes de Venezuela sí hubo violencia. La más notoria fue en Catia, una
conocida zona popular antes bastión del chavismo, justo frente a la Iglesia El
Carmen. Allí había un “punto soberano” muy concurrido, pese a ser una zona
controlada por el PSUV. Un grupo importante de motorizados, paramilitares o,
como se les llama, colectivos armados, realizó varios disparos. Una mujer de
nombre Xiomara Scott, una enfermera intensivista jubilada de 60 años, resultó
muerta y tres con heridas. La gente, en pánico, entró corriendo en la Iglesia
El Carmen, donde estaba el Cardenal Urosa Savino, arzobispo de Caracas,
celebrando la fiesta del Carmen (16 de Julio). El periodista Luis Olavarría, de Caraota Digital, fue golpeado y
robado de sus “herramientas” de trabajo: cámara y celular. Cuando los grupos violentos lo estaban
secuestrando, la misma gente lo rescató.
En Catia, que pertenece a la Alcaldía controlada por el
oficialismo, la gente se manifestó a favor de las preguntas de la Consulta. La
lectura correcta no es que esa zona es opositora: si acaso, que es del chavismo
disidente, crítico o democrático, como se le quiera llamar.
Desde temprano comenzaron a circular en las redes y en
cadenas de WhatsApp un cálculo de unos 11 millones de personas que habría
manifestado su adhesión a la propuesta de la Asamblea Nacional. Cuando los
rectores de las universidades, algún tiempo después de las entusiastas palabras de los expresidentes, hacia las 11:39 pm, hicieron
público los resultados, estos fueron los siguientes: con el 95% escrutado, se
sacaron 7.186.170 de votos; 6.492.381 a nivel nacional y 639.789 a nivel
internacional. Esto es 4 millones menos de lo esperado. El ánimo de algunos se
vino abajo. Pero tiene que ver con el cultivo de expectativas irreales. Se
proyectaba unos 6 millones de votos. Pero lo que tiene apariencia de haber sido
una campaña bien diseñada para desmovilizar, le daba este sentido de derrota. José Guerra, economista y diputado a la Asamblea
por la Oposición, en su cuenta twitter @joseaguerra, hizo el siguiente
análisis: “7.200.000 votos con apenas 30% de las mesas de votación. Maduro con
100% de las mesas obtuvo 7.500.000. Un triunfo histórico del pueblo”. Para
Julio “Coco” Jiménez Gélder, activista político del Movimiento Democracia,
Sociedad y Desarrollo, hay un faltante de un millón de votos en estas cuentas.
Según él, que dice que en su momento se sabrá, dicho faltante corresponde a la
opción propuesta por la Fiscal de la República, chavista pero no madurista y
contraria a la reforma constitucional: se votaba “sí” al rechazo a la
Constituyente y “no”, en parte por innecesario, a que la Fuerza Armada defienda
a la Constitución y se camine a una renovación de los poderes públicos. En caso
que esta hipótesis sea cierta y se compruebe, explicaría los números que dan
apoyo a la Fiscal y que correspondería con la realidad de las alianzas que
deban efectuarse de cara a la superación de esta situación. Habría que aclarar
que, si se sigue el razonamiento de la Fiscal, hay una ruptura de orden
constitucional por parte del Nicolás Maduro (no sé si lo califique de
dictador), 33 Magistrados entre titulares y suplentes son ilegítimos y, por lo
menos, el CNE estaría faltado igualmente a sus atribuciones.
Por fin llegó el lunes
Había sido un largo día.
Por supuesto que esta reflexión no fue tan clara de manera
inmediata. Debió transcurrir parte del día lunes como para palpar un poco el
ambiente. Poco a poco fue apareciendo la posición del gobierno con el llamado
“simulacro” para el 30J: más que “simulacro” fue “simulación”. Se comenzó a
hablar del simulacro como un evento exitoso de gran participación. Se
utilizaron imágenes de las colas de la Consulta promovida por la AN para ello.
Se comenzó a desacreditar la participación. Que eran números inflados. Que los
expresidentes fungieron de observadores del simulacro (¿?). Que las mesas
debieron de cerrarse posterior a la hora estipulada de cierra (¿para un simulacro?).
Pero el día no terminaba de arrancar.
En la tarde me llaman para apoyar la mediación en una
contingencia: los muchachos de la llamada Resistencia de Bararida, una zona de
Barquisimeto donde también funciona un cuartel de la GNB, había cerrado las
calles. No había violencia, pero, en Venezuela, el manual de la GNB dice que,
en ese caso, hay que despejar la calle. Y aprovecharon para despejar la calle y
avenida de obstáculos (escombros, hierro, cauchos, árboles…). Pero en esa labor
también arremetieron contra la población en general.
Cuando llegué vi un despliegue de fuerza impresionante: debía
haber unos 5 camiones para el traslado de personal militar, además de policía y
unas dos o tres tanquetas y el grupo motorizado. Vecinos contaron después,
puesto que fue imposible intervenir en ese momento, durante el conflicto, cómo
les llegaba los gases de las bombas o los perdigones. Como tenían horas
recibiendo el disparo de bombas lacrimógenas desde las tanquetas. Alguien
relato cómo se metieron funcionarios dentro de una casa para acorralar y
golpear con un casco a uno de los manifestantes (se llaman resistencia y
tienen, por lo menos por ahora y cuanto más, algunos cohetones y morteros, que
son un tipo de fuego artificial que se usa en fiestas patronales en Venezuela).
Otro indicó luego del asedio que a algunos muchachos de los detenidos (al final
fueron unos 9) presuntamente habían sido sembrado cuestiones que les
comprometiesen: escudos, chalecos y otros artefactos de cierta sofisticación,
cuando ellos usan muchas cosas de estas elaboradas de forma artesanal (esa
práctica suele escucharse en distintas oportunidades y en otros eventos, hasta
con la posibilidad de inculpar o extorsionar, desde armas hasta droga). Nos
mostraron una perforación en una pared que la atravesaba e impactaba contra
otra, supuestamente por algún arma de grueso calibre accionado por Cuerpos de
Seguridad o Paramilitares en alguna ocasión de estos más de 100 días de
protesta.
Un pastor evangélico, de nombre Albert Velazco, que apoyó el
intento de mediación, había llegado antes. Según él contó, sabía que había
órdenes que se retirasen, por lo que interpeló a la persona a cargo y consiguió
su retiro.
Para el día martes en la tarde se había planificado un
encuentro con la comunidad de Bararida, la que había sufrido el asedio. La idea
era acompañar y ayudar dentro de lo posible a toda la carga emocional y de
confusión de esos momentos. En la mañana fui a la reunión de clero con el
obispo (se hace en todas las diócesis). Se desarrolló en el Seminario, que
queda en una de las colinas cercanas a la ciudad. Mientras estamos allí,
comienzan a llegar informaciones de diversos eventos que se iban desarrollando
en la ciudad, con cruce varios de informaciones. Al final, hay grupos de la
Resistencia, o sea, de aquellos que son más contundentes a la hora de cerrar
calles y enfrentar a los Cuerpos de Seguridad (sin llegar a armamento sino,
como dije, a molotov, morteros y cohetones) que, ante la falta de una política
comunicacional y decidida por parte de la AN y MUD, quieren acortar los tiempos
de las acciones. Así que tienden a desligarse del sector político y tienden a
obligar a los vecinos a acatar sus manifestaciones de protesta. Cuestión muy
delicada, por supuesto. Si bien detrás de esto pudiese haber varios actores, el
más visible es el exfuncionario del CICPC, Óscar Pérez: en su cuenta twitter @EquilibrioGV
puede verse la ruta que pretende impulsar. Queda la duda sobre las intenciones
de tan enigmático personaje: ¿pertenece a un sector de la Resistencia más
radical? ¿tiene función de dividir a la Oposición? ¿hace labores de
inteligencia para el gobierno? Son preguntas sin respuesta… de momento.
Para la tarde del martes el eje Barquisimeto-Cabudare tenía
focos de conflicto por todos los extremos: Trinitarias, Bararida, Sucre, Centro
Metropolitano Javier, Obelisco, Valle Hondo, El Trigal, Terepaima, Cardenalito,
Villa Roca… Había movilizaciones de la GNB, PNB, PoliLara. Se podían conseguir
obstáculo y barricadas en distintas partes. Incluso con cuestiones tan
sofisticadas como sacos de arena… Y Barquisimeto no era un caso aislado. Al
menos se estaban dando casos en Caracas, Táchira y Lecherías, localidad esta
última que fue escenario de una brutal golpiza contra un muchacho, captada en
días pasados. El martes en la tarde me quedé apoyando actividades de diversos
grupos desde la difusión por redes sociales. La experiencia del día anterior me
decía que debía ser prudente y no exponerme consecutivamente a experiencias que
demandan una capacidad de atención superior a la habitual.
Un grupo de periodistas me mandaron la imagen de un cuerpo
quemado. Me indicaron que se trataba de un suceso que acababa de ocurrir en
Lecherías (Edo. Anzoátegui). La información del día siguiente por diversos
medios no era clara: aparentemente es el cuerpo de Héctor Amuello, que algunos
identificaron como miembro de un colectivo armado (paramilitar), que fue
abatido con un mortero por vecinos que se sentían asediados. Otra versión dice
que esta persona se cayó de una motocicleta, en la que iba de pasajero, por el
impacto del cohetón y luego fue arrollado por una tanqueta que no lo vio,
puesto que había muchísimas lacrimógenas en ese momento. También que vecinos lo
apedrearon y quemaron…
En Venezuela sigue habiendo mucha incertidumbre. Muchos
procesos irregulares. Muchas detenciones arbitrarias. Jóvenes de la Resistencia
inculpados de manera sospechosa, como en El Trigal, donde fue destruida una
sede del SENIAT (el ente recaudador de impuestos) por personas no
identificadas, pero diferentes a quienes se llevaron detenidos. Miembros de la
Resistencia “secuestraron” por algunas horas un par de gandolas, para saber del
paradero de los suyos (porque saber los centros de detención para propia
asistencia jurídica es toda una proeza). Y, en los casos de mediación u otro
tipo de asistencia, encontrarse con los rostros cansados y entristecidos de
funcionarios uniformados, que acatan órdenes luego de más de 100 días de
protestas…
El encuentro con el Brief
Esta mañana, como siempre, abrí el Brief de Actuall (www.actuall.com). Una vez
más me conseguí con los comentarios del señor Justo Paz. En él ofrecía un
enlace con la entrevista dirigida por el conocido periodista Walter Martínez al
gobernador de Vargas, Gral. García Carneiro. Llama la atención el cinismo de la
misma. Porque Walter Martínez ha sido un comunicador que ha gozado de gran
prestigio y de mi admiración. Su Dossier (así se llama su programa), al menos
los de antes, contextualizaban las noticias internacionales de manera
magistral. En gran parte acompañó mi formación como para entender algo de geopolítica
e intentar analizar. Pero de un tiempo para acá, él, que fue militar y luego
corresponsal de guerra, la lealtad a la cadena de mando se transformó en el
pináculo de sus valores. De hecho, el programa se suspendió en el 2006. Al tiempo, regresó. Lo he seguido poco, pero pareciera más
sesgado. Y el link https://www.youtube.com/watch?v=SAAz2IT38KA contrasta con sus mejores tiempos,
porque termina siendo un trabajo de propaganda.
Con cuestiones tan retorcidas como la crítica a la Iglesia
venezolana a los 10’35”: le comenta Walter Martínez al gobernador, que la
Iglesia de Tierra Santa, en la década de los sesenta en Uruguay, el mensaje desde
el púlpito era de tipo progresista, en contraste con la política conservadora
de los partidos de entonces ¿Era la Iglesia de entonces una Iglesia
ideologizada políticamente o del lado del pueblo y de los pobres? Porque la
Iglesia venezolana no está ideologizada, pero sí está en favor de los
sin-poder, especialmente los viejos y nuevos pobres. Y no cae en la trampa de
la seducción progresista, porque el progresismo solo puede ser fiel, con
radicalidad, a la dignidad de la persona. Por cierto, que en el neo-lenguaje,
progresismo termina siendo sinónimo de socialismo. No lo uso en esos términos,
como tampoco en un conservadurismo de compota (de conserva) …
Pero esta variopinta crónica quedaría incompleta sin hablar
del Sr. Justo Paz. Tal señor existe: su Facebook es https://www.facebook.com/justo.paz.98
y en twitter es @JustoyPacifico. Tiene un blog que es www.elblogdejustopaz.wordpress.com . Solo que hay un pequeño detalle:
es profundamente crítico del gobierno y del chavismo. Esto dice de sí, en su
perfil de Twitter: Periodista freelance venezolano crítico y opositor a todo
acto injusto; soy el verdadero, mi alter ego es el otro que anda por ahí...”
Espero que el amigo que escribe no sea el otro Justo (“que
anda por ahí”). Porque su presentación en Facebook, de este que dice que vive
en Barquisimeto, sería la siguiente: “yo no soy flojo, nací cansado!” Pero
tampoco lo creo: esta es una humorada propia de la región sobre la plataforma
de una red social creada para encontrar amigos…
Son las 11:34 pm. Se oyen a lo lejos un estallido como el de
un par de detonaciones. Queda la incertidumbre si se trata de algún
procedimiento o no. Este jueves hay un paro indefinido. La agenda política
opositora no parece asertiva en su agenda. La ciudadanía de calle y los
manifestantes consuetudinarios de estos más de 100 días de sacrificios exige
una direccionalidad ¿Quién la dará? ¿Alguien de la MUD tomará el toro por los
cachos? ¿La Fiscal llenará esa falta de liderazgo?
Se oye una tercera y cuarta detonación. A veces se nos olvida
que también existe el hampa común. Igual, a esta hora, no hay respuestas
precisas…
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