UNA SEMANA DE LOS DERECHOS HUMANOS CON MUCHA ADRENALINA


Agente Extraño en Música por Medicinas
Distintas actividades tuvieron lugar durante una semana, desde la Feria de los DDHH en la Universidad Yacambú, Música por Medicinas, la concentración frente al Palacio de la Justicia hasta la recreación del popular himno contra el feminicidio, pero en uno de los ritmos del tamunangue.
El rector Juan Pedro Pereira entrevistado por Liz Gascón
El martes 3 de diciembre concurrieron en los pasillos y espacios aledaños a la biblioteca del segundo núcleo de la Universidad Nacional Yacambú, en la Mora (Edo. Lara). Entre música, ponencias, presentaciones y stands, cada una exhibió lo que es su labor de hormiga. No todo podía hacerse presente, dada las circunstancias. Hay organizaciones con una labor de calle e incidencia que, sin embargo, no cuentan con un material para la distribución, que sería lo ideal. Pero sirvió tanto para el público universitario como para el encuentro entre las organizaciones. El rector Juan Pedro Pereira fue entrevistado por Liz Gascón, periodista larense reciente ganadora del premio al periodismo iberoamericano Gabriel García Márquez. Marino Alvarado, miembro de Provea, también estuvo presente animando y orientando lo que va siendo el trabajo en Red. Aunque no todas las organizaciones presentes están unidas a la Red de DDHH de Lara (REDHELARA), sin embargo destacó que la experiencia de Lara ha motivado a otras regiones para que las organizaciones interactúen de la misma forma.
La jornada del sábado 7 de diciembre fue bien intensa. Además del trabajo previo de PROVEA, MAPANI Venezuela y REDHELARA en el auditórium del Colegio Médico del Estado Lara, Víctor Martínez y Rafael Uzcátegui estuvieron en el Programa Voces Solidarias, de la REDHELARA. No solo se habló de la relación entre nuevos lenguajes de la Protesta, como la música, y los DDHH, sino que sirvió para invitar al evento. Hay que tener en cuenta que, esta edición de Música por Medicinas, tuvo un elemento vertebrador: el recuerdo presente de Mijail Martínez, hijo de Víctor Martínez, sicariato ocurrido hace 10 años.
Estar frente a Víctor Martínez, como moderador del programa, supuso un reto y un privilegio. Quien ha vivido en el estado Lara y, además, ha podido acercarse a la historia de Víctor, se encuentra frente a un hombre que siempre ha actuado por convicciones. No solo le ha dado la cara al riesgo y la amenaza, sino ha enfrentado con ahínco sus sentimientos y enfermedad. Formado dentro de la Juventud Obrera Católica, no dudó en convertirse en un luchador social. Vio en el presidente Chávez, desde los fallidos golpes de Estado, una esperanza de justicia. Está demás decir que conocía las fauces de la mal llamada Cuarta República desde dentro, de tal manera que no luchaba contra un mal imaginado, sino real. No pudo imaginarse que la Revolución que él buscó establecer y que él defendió, le fuera a arrebatar a su propio hijo. Sus indagaciones sobre la corrupción en el estado Lara no podían ser toleradas. Pero, si creyeron que con la muerte de su hijo, lo iban a callar, se equivocaron. Ese hombre, de firme convicción, que no se deja doblegar por el cáncer ni el dolor, no se ahorra tampoco sonreírle a la vida. Todo esto pasó ante mí durante esos 20 minutos de entrevista.
El padre Raúl Herrera junto a Víctor Martínez, en el bautizo del libre “Que el silencio no los alcance”, de Marisela Gonzalo Febres
En el evento “Música por medicinas” se bautizó el libro “Que el silencio no los alcance”. Relatos sobre Mijail y otros más asesinados en estos tiempos oscuros. Mijael tenía solo unos 23 años. Multifacético. Tanto, que hasta tiene videos que le hicieron (y hasta el mismo se hizo) donde declama una poesía o cuenta su experiencia de poeta. Pero no solo fue poeta, sino un poeta que casaba la poesía con su música preferida: el rock. De ahí su participación en festivales como animador o su aprendizaje como guitarrista. Más dio pasos como nobel cineasta de cortometrajes, tipo documental. Un dominio de cámara bien interesante para alguien que debía confeccionar todo de manera bastante casera, pero en un formato ambicioso. Uno de sus trabajos, pues su sensibilidad social era grande, fue en relación con el Comité de Víctimas. En esas lo sorprendió la muerte. Mejor dicho, lo emboscó.
Aproximadamente desde las 2:30 hasta pasadas las 6 retumbaron las notas musicales contra la estructura gremial. Con espacios para palabras y agradecimientos. Poesía y videos de Mijail. Y, por supuesto, el bautizo del libro a cargo del padre Raúl Herrera. La escritora, Marisela Gonzalo Febres, desde España envió su parabién. Por cierto que el bautizo se repitió en la parroquia Jesús de Nazareth, de la Carucieña, en esta ciudad de Barquisimeto, y el viernes 13 se presentó en Caracas.
Este martes 10 nos volvimos a reunir. Esta vez en la Plaza de la Justicia, frente al edificio de tribunales. Si bien todo comenzó con una oración y con la lectura de un Manifiesto, las víctimas de la represión (familiares de los caídos en el 2017 y de las Fuerzas de Acciones Especiales -FAES- en el 2019) fueron interviniendo. Hablaron también los pacientes de HIV, los pacientes crónicos, los jubilados y pensionados, organizaciones como MAPANI y Movimiento VINOTINTO. Un momento especial fue cuando los “honorables” jueces se dirigieron a la entrada del edificio, mientras todo el grupo comenzó a gritar con fuerza “¡Justicia! ¡Justicia!”
Para culminar, en el Decanato de Artes y Humanidades un grupo de chicas recreó “Un violador en tu camino”, el himno mundial contra el feminicidio de una forma autóctona, con la posibilidad de producir mayor identificación con los sectores más vulnerables y desprotegidos.

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