¿PAPA COMUNISTA-PERONISTA ARREMETE CONTRA EL DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA?

                Revientan las redes sociales. Las agencias de noticias lo difunden. Es titular en los portales de noticias. El papa Francisco lo ha hecho de nuevo. Ha dicho que la propiedad privada es un derecho secundario. Se añade “comunista- peronista” como calificativos… o descalificativos al Papa.

Pero ¿Qué ha dicho realmente el Papa?


Tiene que ver con el video el video mensaje que ha enviado a la Conferencia Internacional del Trabajo, que organiza la OIT (Organización Internacional del Trabajo, o ILO en inglés, International Labour Organization). Cada año reúne en Ginebra a delegados de los gobiernos, trabajadores y empleadores afiliados a la organización, que es más antigua que las Naciones Unidas. El jueves 17 de junio, el Papa se refirió, por supuesto, al trabajo, en estos tiempos de recuperación económica en la medida en que los países se despiertan de la pesadilla de la COVID-19.

                Dentro de las grandes pinceladas con las que dibujaba al mundo de los últimos meses, retrataba tanto la pérdida de empleos como el cierre de empresas. Para él, por ejemplo, era importante que la recuperación económica no se evaluara solo en términos de los índices económicos, menos en base a beneficios-consumo, sino en calidad de trabajo, en “trabajo decente”.

                Igualmente, en este panorama era importante pensar en los últimos, los descartables, los que no tenían protección social o no estaban afiliados a ningún sindicato. Mencionó las categorías de desempleo, subempleo, empleo informal, el trabajo de niños, de migrantes, el de mujeres. De igual manera, aludió a los trabajos considerados despreciables, que nadie quiere, por peligrosos, sucios o degradantes.

                Resulta obvio que, puesto que se trata de un encuentro entre trabajadores y empresarios, en el marco de dicha Conferencia Internacional del Trabajo, anime al diálogo, al encuentro y ¡Oh, sorpresa! A la contratación colectiva como mecanismo para la definición de las condiciones laborales en cada empresa… Un asunto donde, no está demás decirlo, no incluyó la intervención del Estado si bien señaló que el diálogo debía ser entre iguales.

                Pero todo esto se echa en el olvido porque ¿Quién va a escuchar una intervención de 27 minutos como para entender mejor el sentido de las palabras del Pontífice? Lo mejor era coger las tres únicas menciones, hacia el minuto veintitrés, que incluía una explicación fuera de texto, para reforzar los estereotipos sobre este Papa latinoamericano de comunista y peronista: el trabajo es un derecho secundario.

Alguno abultaba la lista de los supuestos disparates papales, entresacando con tijeras la frase de “se transforma en un estatus de pseudo patrones, también distanciados del pueblo”. Cuando se corta la frase anterior “Claro, cuando un sindicato se corrompe, ya esto no lo puede hacer” en relación con la función profética de los sindicatos. Cuestión extraña, si se pretende indicar que el Papa malpone el sindicalismo, que tradicionalmente han sido afines a la izquierda en Occidente. Excluyendo los sistemas fascistas y comunistas, para quienes las organizaciones laborales sobran.

¿Cómo entender dichas frases, luego de recuperar el contexto?

Sobre la propiedad privada

                Lo primero es recordar que el papa alude al ABC de la Doctrina Social de la Iglesia, contenido en el Compendio publicado por la santa Sede el 2 de abril de 2004, cuando todavía Juan Pablo II era el Sumo Pontífice y Joseph Ratzinger, el futuro Benedicto XVI, Prefecto de la Doctrina de la Fe. Si bien el capítulo cuarto se refiere enteramente al trabajo, interesa el que indica los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, contenidos en el cuarto (nn. 160ss). Para lo cual está antecedido por la centralidad de la persona humana, tanto en el capítulo primero ( nn. 34ss) como en el tercero (nn. 155ss).

Los principios permanentes de la doctrina social de la Iglesia constituyen los verdaderos y propios puntos de apoyo de la enseñanza social católica: se trata del principio de la dignidad de la persona humana —ya tratado en el capítulo precedente— en el que cualquier otro principio y contenido de la doctrina social encuentra fundamento, del bien común, de la subsidiaridad y de la solidaridad (n. 160).

Interesa el segundo, el del bien común, que, como consecuencia inmediata, incluye el destino universal de los bienes. Ya Juan Pablo II tuvo una frase muy fuerte en su visita a México en 1979: “Sobre la propiedad privada pesa una hipoteca social”. El Compendio lo fundamente en el plan original del Creador, expuesto en el primer capítulo del Génesis (1,28s): “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno” (n. 171). No entregó la tierra para el uso de unos pocos, sino del ser humano en general.

Más adelante, el mismo Compendio aborda la relación entre bien común, destino universal de los bienes y propiedad privada: “La propiedad privada es un elemento esencial de una política económica auténticamente social y democrática y es garantía de un recto orden social” (n. 176). Lo cual no impide alertar en el número siguiente que “a tradición cristiana nunca ha aceptado el derecho a la propiedad privada como absoluto e intocable”. Para puntualizar que:

La propiedad privada, en efecto, cualesquiera que sean las formas concretas de los regímenes y de las normas jurídicas a ella relativas, es, en su esencia, sólo un instrumento para el respeto del principio del destino universal de los bienes, y por tanto, en último análisis, un medio y no un fin (n. 176).

                De tal forma que el Papa “comunista” no se inventa nada que no esté contenido en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.

Sobre el sindicalismo

                En cuanto al sindicalismo, aquí algunos de los comentarios de los medios son todavía más absurdos. Parece del todo legítimo, y es un derecho, el que los trabajadores puedan asociarse para defender sus intereses. Lo cual no justifica la experiencia histórica del uso político de los mismos, como el uso mafioso o, que es lo que indica el Papa en este mensaje, que dejen de representar a los trabajadores y se transformen en una instancia seudo patronal, como si tuvieran intereses distintos y privilegios propios.

_______

 

               Para ir concluyendo, si el Papa se refiere a la propiedad privada como un derecho secundario, su reflexión compete a la valoración dentro de un sistema moral que, por cierto, aun queriendo ser objetivo (reflejar el orden de la Creación), también está organizado en base a la Fe, o sea, el Evangelio. No es una acotación legal o ignorancia de la interconexión e interdependencia entre los derechos humanos. Sino que está en orden del bien común. Secundario implicaría que su lógica corresponde a la articulación a un valor superior, como es el bien común y el destino universal de los bienes.

                Con lo que importa entender que no es un argumento en favor de la estatalización de los bienes, como si se dependiese del señor feudal tipo Edad Media, o en esa reedición que ha sido el socialismo histórico. Al final esa consciencia es personal y personalísima, pues solo la persona (y la familia) puede determinar lo que necesita y lo que les sobra y que pueda compartir, más allá de las formas de seguridad social que puedan tener los países.

                Por cierto, para los defensores del libre mercado a ultranza… las reglas existen, por lo que todo mercado es, en mayor o menor medida, regulado ¿O cómo se puede demandar el incumplimiento de un contrato si éste no reposa en un marco jurídico?


Comentarios

Entradas populares